Los productos lácteos contienen nutrientes específicos que podrían aportar de manera positiva ante factores de riesgo de diabetes tipo 2. Los BCAA contenidos en la proteína de suero estimulan la secreción de insulina o, cantidades de calcio y vitamina D que pueden reducir la resistencia a la insulina.
Pese a su recomendación en formatos bajos en grasa, no parece existir una claridad científica de que la toma diaria de lácteos conlleve una reducción de riesgo de complicaciones en diabetes tipo 2.
Indagando por diversos estudios, se observan datos relevantes, como una ingesta elevada de lácteos (pese a ser bajos en grasa) conlleva aparentemente a una mayor glucemia en ayunas (tiene su sentido al mayor aporte de hidratos).
Pero también encuentras que una elevada ingesta de lácteos se correlaciona con una leve pero menor hemoglobina glicosilada (aparte de las características propias de este estudio, una mayor ingesta de lácteos de bajo aporte graso, desplazará la toma de otros alimentos, entre ellos con alta carga glucémica y de ahí una posible bajada de hemoglobina).
No existen datos concretos en cuanto su relación directa con valores de resistencia a la insulina o hemoglobina glucosilada pero tampoco en contra de su ingesta.
Como reflexión personal, parece que los últimos años parece más complejo llevar una alimentación adecuada a cada persona, por la multitud de necesarios estudios que aparecen a diario. Se debe adquirir alimentos y no nutrientes, para estos últimos ya nos encargamos nosotros de su personalización.