INTERVENCIÓN NUTRICIONAL EN SOP

El SOP es la enfermedad endocrina más prevalente en la mujer fértil teniendo en ocasiones gran influencia en la calidad de vida. Algunos de los factores que pueden desencadenar esta enfermedad son factores hereditarios, bajo peso al nacer, obesidad, sedentarismo y alimentación desequilibrada.

Algunos nutrientes como azúcar y grasas saturadas pueden generar estrés oxidativo e inflamación, que a su vez aumenta el riesgo de provocar disfunciones metabólicas y hormonales, por ejemplo en los ovarios.

Además de no llevar un estilo de vida saludable, la presencia de secreción excesiva de andrógenos en la mujer es prerrequisito de SOP.

El primer tratamiento base es cambiar el estilo de vida con ejercicio físico regular y alimentación saludable personalizada. Aunque casi el 80 % de mujeres diagnosticadas con SOP tienen sobrepeso u obesidad, existe otro 20 % que puede presentar buen peso y desarrollarlo.

Priorizar por tanto alimentos antioxidantes y antiinflamatorios como frutas, verduras, pescados azules, nueces y aceite de oliva, entre otros, y controlar el aporte diario de sodio (y no sólo el del salero, sino el que lleva algunos productos elaborados).

Algunos problemas metabólicos de mujeres con SOP puede ser debido a un mal metabolismo del calcio y deficiencia de vitamina D, por lo que fomentar su ingesta podría ayudar.

Aunque se debe seguir investigando a medio y largo plazo, parece que una dieta cetogénica podría ser una interesante estrategia para el SOP con mejoría en resistencia a la insulina y algunos estudios respaldan la disminución del hiperandrogenismo.

Al final, particularizar los hábitos saludables a cada persona para que creen adherencia y no represente una carga negativa que termine abandonando es la clave.

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